Colección: Ácidos Grasos

Los ácidos grasos esenciales son una parte de los componentes de los lípidos o grasas, necesarios para poder llevar a cabo un gran número de funciones.

Debido a una alimentación incompleta, pueden ocurrir carencias de este tipo de ácidos grasos. El organismo no es capaz de sintetizarlos por sí mismo y son necesarios para llevar a cabo un gran número de funciones.

Los ácidos grasos esenciales son dos: el omega 3 y el omega 6. Es importante que haya un correcto balance entre el Omega 3 y el Omega 6 para que no s de lugar a a una respuesta inflamatoria.

El Omega 3 aporta EPA y DHA:  son ácidos grasos poliinsaturados esenciales ya que nuestro cuerpo no puede producir. El Omega 6 : los más importantes son el ácido linoleico y el araquidónico. 

El omega 3 encontramos: EPA ácido eicosapentaenoico: 22 átomos de carbono, DHA ácido docosahexaenoico: que contiene 22 átomos de carbono y ALA o ácido alfa linoleico: que contiene 18 átomos de carbono

El omega 6 encontramos: AL o ácido linoleico, GLA o ácido gamma linoleico y AA o ácido araquidónico.

La oxidación beta es el proceso por el que deben pasar los ácidos grasos para poder ser utilizados como energía. Los ácidos grasos se movilizan desde el tejido adiposo para ser transportados a los músculos, y a sus células.

Los ácidos grasos son necesarios para un gran número de funciones:

• En relación a la salud del corazón, contribuyen a mejorar y mantener una salud cardiovascular óptima. 
• Favorecen la disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos presente en la sangre.
• Cuentan con propiedades antiinflamatorias: reduce los procesos inflamatorios dentro del organismo. Para que esto se de lugar, es importante que el balance de Omega 3 y Omega 6 sea el correcto. 
• Favorece el mantenimiento sistema inmunológico fuerte y contribuye a mantener una buena salud en la piel
• Permiten que las vitaminas liposolubles puedan ser absorbidas y utilizadas. Este tipo de vitamina necesita de las grasas para su digestión y posterior almacenamiento. 

Los ácidos grasos deben ingerirse mayoritariamente a través de una alimentación saludable y variada. Las principales fuentes son el pescado azul, como sardinas, atún, salmón etc. Para las personas que, por distintos factores no consumas este tipo de alimentos, o no lo hagan en las cantidades suficientes, se recomienda ingerir una dosis de entre 200 y 500 mg diarios.